Preguntas frecuentes

El envejecimiento es un proceso de cambios a través del tiempo, natural, gradual, continuo, irreversible y completo. Estos cambios se dan a nivel biológico, psicológico y social, y están determinados por la historia, la cultura y la situación económica, de los grupos y las personas.

Cada persona envejece de manera diferente, dependiendo de sus características innatas, de las que adquiere a través de la experiencia y de las circunstancias a las que se haya enfrentado durante su vida.

El envejecer implica procesos de crecimiento y de deterioro. Es decir, de ganancia y de pérdida, y se da durante todas las etapas de la vida.


Físicos
  • Asociados a la edad, deterioro del cuerpo por envejecer.
  • Asociados a enfermedades o inmovilidad.
  • Disminución de la visión y audición. Secuelas neurológicas.
  • Por efectos secundarios de uno o varios medicamentos.
Psicológicos
  • Depresión.
  • Alteraciones de la memoria o de la conducta.
Sociales
  • Escasos recursos económicos.
  • Pobre red de apoyo familiar o social, por abandono.
  • Barreras arquitectónicas.

Supervisar o ayudar para que:
  • Tomen los alimentos a sus horas y en cantidades adecuadas.
  • Ingieran sus medicinas según las dosis y los horarios indicados por el médico.
  • Practiquen los ejercicios recomendados por el médico.
  • Se aseen adecuadamente.
  • Conforme con las indicaciones del médico, llevar un registro, por ejemplo, de:
      Su presión arterial.
    • Su temperatura. Su frecuencia cardiaca.
    • El nivel de glucosa en la sangre (si es necesario).
    • La piel.
    • El comportamiento en general y en la conducta hacia sus familiares.
    • Una mayor dificultad de sus movimientos.
  • Auxiliar a las personas mayores para que:
    • Cuiden de sí mismos con la menor ayuda posible.
    • Lleven una vida en condiciones lo más satisfactorias.
    • Se sientan acompañados y socialicen con sus familiares y vecinos
Las enfermedades crónicas-degenerativas más frecuentes en las personas mayores son:
  • Presión alta.
  • Fallas de corazón.
  • Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica.
  • Bronquitis crónica.
  • Tos crónica o falta de aire.
  • Artritis o reumas.
  • Osteoporosis o huesos débiles.
  • Incontinencia urinaria (salida involuntaria de orina).
  • Infecciones urinarias frecuentes.
  • Problemas de próstata.
  • Cáncer de próstata, mama o colón.
  • Diabetes mellitus.
  • Estreñimiento.
  • Gastritis.
  • Disminución de la visión.
  • Disminución de la audición.
  • Trombosis o Embolias.
  • Parkinson y demencias.

La Organización Mundial de la Salud define el envejecimiento activo como “el proceso de aprovechar al máximo las oportunidades para tener un bienestar físico, psíquico y social durante toda la vida. El objetivo es extender la calidad de vida y esperanza de vida a edades avanzadas” (OMS, 2001).

El profesional debería hacer ver a la familia las ventajas e inconvenientes de cada solución, así como facilitarle información sobre los servicios y recursos que pueden utilizar. Las mejores soluciones respecto al cuidado son siempre las que guardan el equilibrio entre el mantenimiento de la independencia funcional de las personas mayores y su seguridad.

En los primeros momentos de su vida como cuidadores, pocas personas están realmente preparadas para afrontar las responsabilidades y dificultades asociadas a la situación de cuidar a una persona mayor dependiente. Por esta razón, es recomendable que, si las circunstancias lo permiten, las personas que van a cuidar a un familiar mayor elaboren un plan de acción que les ayuden a tener claras las metas del cuidado y la forma en que van a llegar hasta ellas.

El coste es muy variable dependiendo de los servicios que incluya. No es lo mismo requerir servicio de enfermería o terapeuta que acompañamiento o personal para los quehaceres domésticos. Concertar una cita con un representante de la agencia es la mejor forma de obtener un presupuesto: ellos le dirán qué tipo de servicio necesita y cuál es el coste.

La geriatría es una rama de la medicina que se dedica a la promoción de la salud y tratamiento de la enfermedad en la vejez.

Así como un pediatra se especializa en el cuidado de niños, un geriatra se especializa en el cuidado de adultos mayores. A medida que envejecemos, la fisiología de nuestros cuerpos cambia, reaccionamos de manera diferente a los medicamentos, y con frecuencia experimentamos enfermedades crónicas o impedimentos que amenazan nuestra independencia. Un geriatra está especialmente entrenado para reconocer y tratar los síndromes únicos de los adultos mayores y para proporcionar recursos y educación que les permitan mantener una vida saludable.